Para los ordenadores lo aburrido y repetitivo y, para las personas, lo creativo y generador de valor.
Automatiza fases del proceso administrativo y asistencial:
Reduce costes económicos.
Reduce errores humanos.
Aumenta la velocidad de procesos y libera tiempo a las personas.
Las personas pasan de hacer tareas administrativas rutinarias, repetitivas, aburridas y consumidoras de tiempo, a realizar tareas creadoras de valor relacionadas con el área asistencial y/o comercial.
Aumenta la satisfacción personal y el valor a la empresa.
«La tecnología no provoca paro. Sólo sustituye a los empleados sustituibles por una máquina, pero a la vez crea nuevos empleos que requieren más formación, talento y ganas.» – Nicholas Negroponte (1943).